Desde Europa y desde los diferentes espacios de decisión de todo el entorno europeo se está reforzando cada vez más el mensaje de que empresas, organismos y sociedad deben desarrollar recursos que les permitan ser autosuficientes. Y una forma de apostar y ayudar a desarrollar este camino es reutilizar aquellas materias primas sobrantes de determinados procesos de producción. Es el caso de uno de los proyectos de I+D más recientes que desde PAUDIRE hemos coordinado de manera conjunta con el grupo empresarial Ferrosadim, el Grupo de investigación MEDES del Instituto Eduardo Torroja de Madrid, y con la financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial, CDTI. Este proyecto, denominado de “valorización de residuos del sector cerámico y metalúrgico como materiales intermedios para la fabricación de refractarios y materiales vitrocerámicos”, tiene por objetivo valorizar un residuo para que sirva como materia prima para fabricar a posteriori otro material que pueda ser usado en la cadena de valor de la compañía. Para la puesta en marcha de este nuevo proyecto innovador ha sido fundamental previamente cumplir una serie de etapas con pruebas metodológicas, en las que han participado tanto personal de la empresa Ferrosadim como las propias investigadoras del Instituto Eduardo Torroja dependiente del CSIC.
Se trata de un proyecto de innovación que tiene como base el planteamiento de la economía circular, y que vendría a redundar en un beneficio que repercute directamente sobre el medio ambiente, la economía de la empresa y su gestión organizativa interna. En este caso, con la valorización de estos residuos se produce un cambio en la mecánica normal de funcionamiento de la compañía, dado que lo que antes era un residuo que había que pagar por su gestión para eliminar, ahora podría convertirse en un recurso productivo del que obtener un beneficio.
Manuel Revuelta Bayod, Responsable del Sistema Integrado de Calidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud de Ferrosadim explica que “en nuestro caso, un residuo (generado en alguna de las fases de un proceso metalúrgico) es un problema que buscamos solucionar de un modo diferente al habitual, valorizando así el producto. Este nuevo proyecto innovador, al que llegamos a través de PAUDIRE que nos puso en contacto con las investigadoras del Grupo del Instituto Eduardo Torroja de Madrid, puede ser una solución que encaje con nuestro propósito de sostenibilidad de los procesos productivos, y que suponga optimizar nuestros sistemas de trabajo habituales.”
«Este nuevo proyecto de I+D contará con el apoyo financiero del CDTI, fundamental en el acompañamiento hacia la innovación»
Un nuevo proyecto cuyos hitos destacados se irán cumpliendo bajo la supervisión y la financiación de CDTI. Y es que el de la financiación y la inversión en I+D es quizá uno de los escollos más importantes que destaca el tejido empresarial, por lo que contar con el respaldo financiero de organismos públicos como CDTI es fundamental para que se lleven a cabo esos procesos de transferencia de conocimiento. Como fundamental es, en la mayoría de casos, contar con una consultora en I+D que haga el acompañamiento técnico y de gestión durante todo ese proceso.
Ferrosadim, cuyas oficinas y sede social están en Bilbao, ha trabajado con clientes de gran parte del espacio europeo, convirtiéndose en uno de los referentes del sector metalúrgico español. El enfoque empresarial del grupo vasco es el del desarrollo de métodos de aglomerado de residuos metalúrgicos para su posterior valorización.
PAUDIRE, en su objetivo de generar desarrollo y valor añadido a través de la innovación, seguirá colaborando con empresa, investigadoras y organismo financiador, para la consecución de los diferentes hitos de este proyecto de economía circular.